DOLOR Y ANALGESIA

El dolor es uno de los principales sistemas de alarma del organismo. Nos avisa de que algo no está funcionando correctamente. Se presenta de muchas formas y es una de las razones más frecuentes por las que las personas acuden a consulta médica. Asimismo, el dolor ha sido uno de los campos más estudiados en la acupuntura a lo largo de más de 4,000 años.

En los últimos años, los estudios clínicos sobre el dolor se han multiplicado exponencialmente, aportando cada vez más evidencia sobre la elevada efectividad de la acupuntura y el mínimo riesgo o efectos secundarios que presenta para el paciente. Es bien conocido que la acupuntura es capaz de restablecer el equilibrio del organismo mediante la estimulación del sistema nervioso periférico y hormonal, actuando sobre neurotransmisores como la serotonina, la dopamina, la oxitocina, y también sobre moduladores del dolor, como los analgésicos endógenos y los péptidos opiáceos, entre los que se incluyen las encefalinas, las betaendorfinas y las dinorfinas.

El dolor funciona en nuestro cuerpo de forma muy similar a un sistema de alarma que podríamos tener en casa. La diferencia radica en que las señales de dolor se transmiten a través de vías neurológicas, en lugar de las señales auditivas que emite una alarma doméstica.

Manifestaciones del dolor

El dolor puede manifestarse de muchas maneras: como una sensación de pinchazo, quemazón, irritación, presión, entre otras. Nuestro cuerpo posee una red de comunicación extremadamente compleja para informar al sistema nervioso central sobre cualquier alteración en alguna parte del cuerpo, ya sea muscular, articular, visceral o de otro tipo. Por ejemplo, un músculo, por sí solo, no genera dolor. Sentimos dolor porque está conectado al sistema nervioso, y es a través de estas conexiones que percibimos el malestar.

A veces, el dolor que experimentamos puede ser exagerado en comparación con la amenaza real para el cuerpo. En otras ocasiones, aunque el dolor no parezca grave, puede estar señalando un problema potencial que podría dañar nuestro organismo si no se trata adecuadamente. Por eso, es crucial aprender a escuchar las advertencias del cuerpo a tiempo.

El enfoque de la sociedad actual

En nuestra sociedad moderna, muchas veces se nos dificulta escuchar y comprender los mensajes que acompañan al dolor. Tendemos a buscar soluciones rápidas que nos permitan silenciar los síntomas y seguir con nuestro ajetreado ritmo de vida. Con frecuencia recurrimos a medicamentos que apagan la «alarma» sin investigar las verdaderas causas del malestar. Esas señales de advertencia son como gotas de agua que van llenando un vaso. Cuando el vaso se llena y comienza a derramarse, resolver el problema es mucho más complicado, y en algunos casos, puede ser demasiado tarde.

Ese dolor de rodilla, espalda o hombro que hemos ignorado durante tanto tiempo puede convertirse en algo crónico. Aunque lo tratemos con calor, presión o analgésicos, solo logramos aliviarlo temporalmente sin abordar la causa subyacente. En la medicina occidental, esto se conoce como sensibilización central, un fenómeno en el que el sistema nervioso se vuelve más sensible al dolor y reacciona de manera exagerada ante estímulos que normalmente no serían dolorosos.

El enfoque de la medicina china

La medicina tradicional china, por su parte, busca entender la naturaleza del dolor, su localización y el tipo de sensación que provoca para establecer un diagnóstico preciso. Al identificar la raíz del dolor, se puede tratar no solo el síntoma, sino también evitar que persista a largo plazo. La acupuntura, junto con otras terapias complementarias como la fitoterapia o el masaje, puede ayudar a restaurar el equilibrio del organismo, promoviendo una curación más profunda y duradera.

El dolor, según la medicina tradicional china, es el resultado de un bloqueo o estancamiento del flujo energético (qi) en los meridianos del cuerpo. Este estancamiento puede estar causado por factores externos (como el frío, la humedad o el viento), por una mala alimentación, estrés emocional o un estilo de vida desequilibrado. La acupuntura busca liberar este flujo energético, desbloqueando los meridianos afectados para que la energía vuelva a circular correctamente, lo que conduce a la desaparición del dolor.

El enfoque integral de la medicina tradicional china también tiene en cuenta el estado emocional del paciente. Emociones como el estrés, la ansiedad o la tristeza pueden influir directamente en la percepción del dolor y contribuir a su cronificación. Por lo tanto, es fundamental abordar tanto los aspectos físicos como emocionales del paciente para lograr una recuperación completa.

Hoy en día, muchas investigaciones han demostrado que la acupuntura es efectiva en el tratamiento del dolor crónico, y cada vez más profesionales de la medicina occidental la recomiendan como una opción terapéutica complementaria. La clave está en tratar al paciente de manera holística, considerando todos los aspectos de su salud física y emocional para obtener los mejores resultados.

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